lunes, 20 de febrero de 2012

Escribir a cuatro manos 1

Bueno, está clara la tendencia y yo me alegro por que así sea. Bueno, imagino que vosotros no os habréis dado cuenta pero yo sí: mis posts en el blog son directamente proporcionales a la cantidad de tiempo que le dedico a la escritura. Es decir, si escribo, posteo. Si no escribo, no posteo. Eso no es que me resulte sorprendente porque la razón por la que no he publicado tantas entradas el año pasado fue precisamente esa: no escribí, publiqué. Y, para qué vamos a engañarnos, escribir es mucho más interesante que publicar.

Así que, sí, estoy escribiendo. Pero no como siempre sino de una manera completamente diferente que me está haciendo sentir como un niño con pañales nuevos. Estoy escribiendo a cuatro manos. Y, sí, ya sé que lo he dicho en alguna entrada anterior, pero acostumbraos, este es mi blog y me cago cuando quiero y escribo y me repito cuanto quiero.

Escribir a cuatro manos es una experiencia increíble porque le arrebata al oficio de escritor esa soledad que tiene impregnada por defecto. Ahora mismo no sé cómo empezar porque me gustaría ir desgranando el proceso poco a poco en varias entradas, pero sí que tengo clara una cosa: esto de escribir con otra persona hace que no decaigas y que la motivación esté siempre al 100%. Si te caes, tienes una mano que te ayuda a levantarte. Si se cae la otra persona, te pones la capa de Superman y después de hacer un par de loops con doble efecto por el cielo (porque soy así de exhibicionista) vas y le tiendes tú la mano para que se levante. Si tienes dudas, solo tienes que gritar. Si las tiene la otra persona, va y te grita y tú respondes.

Evidentemente, no es algo fácil. Al menos al principio. Sobre todo porque no cualquier historia puede escribirse a cuatro manos. Al menos en mi caso. Pero es que esta historia ya existe. Está escrita de algún modo y, la verdad, no se escribió a cuatro manos. Se escribió, grosso modo, más o menos a ¿dieciséis?. Así que si quería embarcarme en este proyecto, estaba claro que no podía hacerlo solo y que solo podía hacerlo con ella, porque creo que tenemos exactamente la misma visión de la historia aunque llegamos a ella desde lugares muy diferentes y nos complementamos. Donde ella no ve, yo sí lo hago. Donde yo no llego, ella ha ido y ha vuelto doscientas veces, por lo menos.

Ya hablaré de cómo hacer que encajen los estilos, las escenas, de cómo nos estamos organizando, de los miles de problemas, de las miles de soluciones, de lo divertido que es, solo que hoy no lo voy a hacer porque es mejor empezar por el principio. Y el principio es muy claro y, al mismo tiempo, es contradictorio ya que el principio es la conclusión a la que llegamos el otro día, tratando de organizar la segunda parte de la novela:
Ella: Entonces tú tienes la mente organizada como un listado de cosas a escribir, ¿no?
yo: Exacto.
Ella: Pues mi cabeza es una página de wikipedia con miles de enlaces de hipertexto.
 Está claro que, por comentarios como ese, hay que quererla. Pero no solo eso, porque es que dio con la razón por la que nos complementamos tan bien. Es que pensamos de maneras tan diferentes que, al final, cuando trabajamos juntos (y creedme cuando os digo que trabajamos duro, muy duro) la novela alcanza una tridimensionalidad (sujeta a cambios, miles de cambios, millones de cambios, infinitas horas de revisión) que yo jamás sería capaz de lograr por mí mismo.

Ojalá todo esto salga bien y podáis leer el resultado. Yo ahora os dejo porque, jo, la ilusión que me hace decirlo: ME VOY A ESCRIBIR.

5 comentarios:

Mara Oliver dijo...

escribe, escribe... a cuatro manos y con mil ojos ;)
un besote!

Cristina dijo...

Escribir a cuatro manos tiene que ser una experiencia maravillosa. Quizá lo más difícil es encontrar a alguien con quien se tenga la suficiente confianza para hacerlo, pero una vez se ha encontrado debe de ser muy gratificante. En fin, mucha suerte a los dos y que los ánimos no decaigan ;).

Besos.

Ruth dijo...

Mira tú, que yo no me imagino haciendo algo así. Será que soy muy posesiva con mis historias, no me veo compartiendo una con nadie. Mis personajes, mis ideas, mi desarrollo, a mi ritmo y con los cambios que a mí se me antojen, sin dar explicaciones. Pero diferente tiene que ser de narices, eso seguro.

Sidel dijo...

Bueno pues ya nos contarás, a escribir, a escribir!!!
:)

Publize dijo...

Buenas,

hemos leído tu blog, y nos gustaria que te unieras a nuestro proyecto de literatura en la red social Publize.

Si tienes interes, puedes escribirnos a contacto@publize.como entrar en www.publize.com para más detalles.

Saludos