jueves, 23 de abril de 2009

¡Mierda!

El mes pasado ha sido una mierda.

Pero antes de entrar en pormenores definamos el verdadero significado de la palabra mierda y todos sus matices.

Según el RAE, una mierda es:

1. f. Excremento humano.

2.
f. Excremento de algunos animales.

3.
f. coloq. Grasa, suciedad o porquería que se pega a la ropa o a otra cosa.

4.
f. coloq. Cosa sin valor o mal hecha.

5. com. coloq. Persona sin cualidades ni méritos.


Como podéis comprobar, a pesar de tener cinco acepciones, los significados a los que apela la palabra mierda van mucho más allá de eso que expulsamos los seres humanos por abajo (y a veces por arriba). A mí es que, qué queréis que os diga, la palabrita con esos significados se me queda corta. Se me queda corta porque es eso, esa sensación tan vibrante que te sube por el estómago cada vez que la pronuncias con todas tus fuerzas. Y si lo haces en francés como Sigourney Weaver en su película de los monos, pues también hasta te sientes cosmopolita y todo.

Porque mierda es tener mil exámenes que corregir y dejarlos para última hora.

Porque mierda es tener alergia y que los jodidos antihistamínicos no te hagan el suficiente efecto pero sí que te dejen medio atontado y dormido.

Porque mierda es estar esperando un par de emails que no llegan y ser un confeso intolerante a la incertidumbre.

Porque mierda es no tener tiempo para hacer lo que más te gusta.

Porque mierda es pasarse un mes entero de trámites bancarios que te dejan tan exhausto que te quitan las ganas del punto anterior. Y de otros.

Porque mierda es comprarte un coche y rayarlo a los tres días y encima ir tan tenso en él que más que conducir parece que te estás aferrando al volante con todas tus fuerzas porque no quieres hundirte cual Titanic en el océano del tráfico (donde, por cierto, la palabra mierda es de las más flojitas que puedes escuchar y yo tengo unos oídos muy sensibles, sobre todo, cuando esas palabras se dirigen a mi ineptitud conductora) (1)

Porque mierda es enterarte de que el año siguiente consigues tu destino definitivo y resulta que te exilian al orto del mundo (por ponernos finos, que esta entrada ya es un poco malsonante de hecho)

Y mierda son muchas cosas más pero que, afortunadamente, mi cabeza no recuerda debido a ese mecanismo tan maravilloso que es la memoria selectiva.

Pero, en fin, afortunadamente, parece que la primavera se está abriendo paso y yo tengo más tiempo, así que si pensabais que os habíais librado de mí con esa pasmosa facilidad, podéis daros con un canto en los dientes.

¡¡feRliz día del libro!!

(1) Lo de rayar el coche jode sobremanera sobre todo cuando lo que te has comprado es un maravilloso y flamante MINI Cooper D. Porque, si os habéis dado cuenta viendo alguno por la calle, ¿acaso habéis visto alguno que esté rayado? No, en absoluto. Rayar un mini es sacrilegio y a mí ya me han expulsado del club por herejía. Pero a que es bonito: