jueves, 25 de septiembre de 2008

Hablando solo y asustándome a mí mismo

"Joder. Qué perdido estoy cuando no escribo!"


(reflexión en voz alta que me ha sorprendido hasta a mí después de limpiar mi casa a fondo, poner dos lavadoras -mi armario es la envidia del de Isabel Preysler, lo menos, solo que en masculino-, tener puesta la tele de fondo, el itunes también, y dar vueltas y vueltas a mis 35 metros cuadrados sin saber qué hacer.

No.

El deporte no es una alternativa, gracias)

7 comentarios:

Ruth dijo...

¡Ja, ja! Te ha tocado el día marujo, nos pasa a todos (poco, la verdad, muy poco).
Tiene solución: escribe algo nuevo. O lee para coger ideas para noviembre, que se acerca peligrosamente.

ROSA ALIAGA dijo...

sonrío...quiero ver una foto de tu armario...ordenado por colores?
El placer siempre es mio. Aprender de los maestros es un placer. Te leo en silencio

leo dijo...

Pues te aseguro que un par de carreritas, de esas que te hacen volver a casa con la lengua fuera, a veces es la mejor manera de luchar contra la página en blanco.
O contra la pereza.
Hala, a escribir (o a trotar) ;)

Diego Flannery dijo...

Decía Miechenbaum, trabajando sobre los textos de Lev Vigotsky..."el discurso interior, modera la conducta".
Me pregunto ¿de qué habla tu discurso interior? ¿se instala dando clases doctorales y abruma a las neuronas? ¿vaga por temas fragmentarios, que nunca se podrán unir?
Fernando...digo...tu naciste para escribir y para que los demás admiren tu trabajo y si va, lo cuestionen. Habla con el Fernando, que está dando el discurso y plantea una tregua productiva: hablar los dos de lo mismo...llegar a un consenso entre metas y objetivos. Después vemos como fue.
Abrazo.
Diego.

Adhara dijo...

joder, los bots de spam son cada dia más pesados, ahora pegan trozos de novelas y todo O.o

Tawaki dijo...

Será que al poner en orden tus cosas no encuentras tus ideas.

Un abrazo.

leo dijo...

¿Aún no te has encontrado? ¿Te has perdío del todo?