martes, 27 de abril de 2010

Coloured Earth

Con esta canción escribí los últimos capítulos de Ne Obliviscaris y ahora que he terminado la primera fase de las correcciones, no puedo dejar de escucharla y de recordar lo que me emocioné escribiéndola:



Otro día más acerca de bandas sonoras, esto solo es un pequeño adelanto porque estaba aquí recordando mis momentos épicos con los finales que salen.

Y con los que no salen porque, a su manera, también son épicos.

Jodidamente épicos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me ha resultado curioso el enlace entre la música y escribir partes de una historia. :))
Es como robaros otro cachito más de vosotros.
:'p
Gina

Begoña Argallo dijo...

Conste que no pude oír la canción y en youtube que es lo que manejo para escuchar música no viene.
Yo lo escribo todo con Alejandro Fernández de fondo si es que pongo música, y si salgo a caminar lo llevo en el mp3. Me encantan esas letras, esa voz y ese sentimiento, me llenan de cosas por decir. Saludos.

Unknown dijo...

ostia con la canción, cómo mola! *la roba

El espíritu inquebrantable dijo...

Hola, yo pertenezco al club: yo también escucho música cuando escribo una historia. Todas las historias tienen su propia bso, por lo tanto las que escribimos nosotros han de contar con una música de fondo que se identifique con el autor, pero sobre todo que se identifique con los personajes que hemos creado y que van a vivir la vida que nosotros les hemos predestinado (aunque... no siempre). Yo he necsitado en innumerables ocasiones la música para convocar a las musas o para conjurar recuerdos. Y por cierto, ¿para cuándo podremos tener esa novela en nuestras manos? Me han dicho que es muy buena...