Cuando alguien tiene algo que contar y no puede hacerlo da la sensación de que, entonces, no tiene nada que contar. O al menos eso me pasa a mí ahora, que no me siento nada interesante ni divertido pero al mismo tiempo, después de pasarme un mes donde la única obsesión permitida ha sido la escritura, me siguen picando los dedos y siento una punzada en el estómago que me indica que, a cada hora que pasa, me falta algo.
Pero de todos modos, quería celebrar con vosotros que este blog cumple un año y de que, mira, después de todo este tiempo no me arrepiento en absoluto de haberlo abierto. Al principio tuve mis reticencias. Suelo ser una persona muy exigente y sabía, sabía, que en cuanto tuviera cierta trayectoria me iba a obligar a hacer entradas sesudas y de contenidos. contundentes Afortunadamente no ha sido así y después de un año sigo ratificándome en eso de que yo no he nacido para ser culto.
Y cada día me ratifico más.
La cultura no tiene que estar en manos de unos pocos para que se alcen con ella como únicos estandartes de la misma. No, me niego a que sea así, porque los guetos no me han gustado nunca por mucho que esté de acuerdo con el contenido (que no el continente). Yo nunca habría podido nacer para ser culto porque lo de pensar y buscarle las tres patas al gato siempre me ha aburrido soberanamente y desde luego que pienso que la cultura tiene que hacer cualquier cosa menos aburrir (eso tampoco quiere decir que cualquier cosa que divierta sea cultura, no nos pasemos) pero comprendedme que hoy sea domingo, que mi cerebro ande de puente, que mis neuronas sigan cansadas por el NaNoWriMo y que a mí no me apetezca desarrollar esta idea.
Solo quería desearme un feliz cumpleaños. O lo que sea esto.
Pero de todos modos, quería celebrar con vosotros que este blog cumple un año y de que, mira, después de todo este tiempo no me arrepiento en absoluto de haberlo abierto. Al principio tuve mis reticencias. Suelo ser una persona muy exigente y sabía, sabía, que en cuanto tuviera cierta trayectoria me iba a obligar a hacer entradas sesudas y de contenidos. contundentes Afortunadamente no ha sido así y después de un año sigo ratificándome en eso de que yo no he nacido para ser culto.
Y cada día me ratifico más.
La cultura no tiene que estar en manos de unos pocos para que se alcen con ella como únicos estandartes de la misma. No, me niego a que sea así, porque los guetos no me han gustado nunca por mucho que esté de acuerdo con el contenido (que no el continente). Yo nunca habría podido nacer para ser culto porque lo de pensar y buscarle las tres patas al gato siempre me ha aburrido soberanamente y desde luego que pienso que la cultura tiene que hacer cualquier cosa menos aburrir (eso tampoco quiere decir que cualquier cosa que divierta sea cultura, no nos pasemos) pero comprendedme que hoy sea domingo, que mi cerebro ande de puente, que mis neuronas sigan cansadas por el NaNoWriMo y que a mí no me apetezca desarrollar esta idea.
Solo quería desearme un feliz cumpleaños. O lo que sea esto.
3 comentarios:
Feliz aniversario. Un gusto, haberte encontrado.
No voy a ser muy original: Felicidades por este año fructífero. Ha sido un gusto leerte y espero que lo siga siendo durante tooooooooooooodo el tiempo.
Un besote, escritor.
Felicidades, sagitario.
Y yo aprovecho para felicitarme también, que cumplí años el sábado.
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