Que me mudé, es un decir. Es un decir porque, sí, el banco me dio la hipoteca. Sí, trasladé todas mis cosas al piso. Pero mis cosas eran miles de cajas con libros y ropa. Y por muy romántico e idealista que pueda parecer, no se puede vivir solo con eso. Así que ahí sigo, sacando mi lado más estiloso y tratando de ajustarme al presupuesto mientras compro muebles y pinto y empapelo y limpio. Sobre todo eso, limpio.
Pero volveré cuando me estabilice (que será pronto, más me vale, porque el NaNo se acerca).
Y cuando los 200 km que me hago al día dejen de pasarme factura. Cojones, lo que cansa el coche.
Os echo de menos!
Pero volveré cuando me estabilice (que será pronto, más me vale, porque el NaNo se acerca).
Y cuando los 200 km que me hago al día dejen de pasarme factura. Cojones, lo que cansa el coche.
Os echo de menos!