jueves, 19 de enero de 2012

De prejuicios y otras yerbas

Hoy vengo reivindicativo. Sí, señoras y señores (por cierto, ¿estáis ahí todavía? Si seguís aquí, de verdad, ¡hay que tener valor!), porque pululando hoy en mi hora libre de clase por ciertos blogs me he encontrado con algún que otro comentario que, la verdad, no es que no me haya hecho gracia, que ya sabéis que uno tiene un humor muy sui géneris y se ríe por todo, sino que me ha dejado un poco confuso... confuso porque, vamos a ser sinceros, yo también tuve mi época de pensar igual que la persona que hizo ese "algún que otro comentario".

¿Y qué comentario es ese? Os preguntaréis (probablemente no, pero es que es para darle efecto a la cosa). Pues en realidad es una tontería, pero a mí me ha dejado pensando. Veréis, una persona ha dicho que tiene unos prejuicios muy asentados contra los escritores españoles porque no le atrae una historia cercana a sí misma, que prefiere leer historias que suceden en lugares lejanos...

No sé, yo me he quedado así, con los ojos y la boca muy abiertos hasta que me ha entrado una mosca, he estado a punto de atragantarme y de morirme de asco y entonces he cerrado la boca y la mosca se me ha quedado dentro del cerebro y, probablemente, dentro de nada ponga huevos y yo pase a ser el protagonista involuntario de una película malísima de serie B por lo menos. Una película de serie B sin presupuesto, para más INRI.

En fin, lo dicho, al principio me ha dado por cabrearme ante el comentario porque, no sé, pensemos, de cinco novelas que he escrito yo, tan solo dos, la primera y la segunda, transcurren en un entorno, llamémosle, familiar. El resto... pues el resto, la verdad, entre lugares inexistentes, Londres, París y Venecia y más lugares inexistentes, pues la verdad es que creo que tengo cubierto el cupo de escribir acerca de historias que suceden en lugares lejanos... Y luego está lo de acordarme de otros compañeros escritores que, no sé, vamos, que tampoco escriben sobre lugares cercanos y, ¡oh, dios mío! incluso escriben acerca de gente con otra nacionalidad (¡PERO QUÉ SACRILEGIO!) o, peor aún, acerca de (es que esto, en serio, es que esto me parece tal atropello que no sé si decirlo...) GENTE DE OTRO TIEMPO Y DE OTRAS REALIDADES Y DE OTROS PAÍSES QUE AHORA NI SIQUIERA EXISTEN.

¡Dios mío! ¡Que alguien llame a la policía literaria, por favor! ¡YA!

Bien. Es que estoy un poco hartito de que muchos lectores se piensen que los escritores españoles (por cierto, todavía sigue dándome mucho pudor incluírme en este grupo, pero mi loquero terapeuta me ha dicho que si no quiero sufrir un desdoble de la personalidad, que mejor comience a hacerlo para ver si, así, en un par de siglos acabo por creérmelo) solo escribimos de realidad en España o, peor aún, solo escribimos de la Guerra Civil.

Claro que yo tengo una teoría que dice que en España nadie te considera escritor o cineasta hasta que no has escrito una novela o has hecho una película sobre la Guerra Civil, pero eso es otra historia.

No sé, poniéndome benevolente, pues imagino que esta persona solo ha leído los libros en español que le mandaban en el instituto. Porque, seamos un poco serios. ¡Cuánto daño ha hecho la asignatura de literatura española para la literatura española! Porque, no sé, al menos a mí es que solo me mandaban leer novelas realistas del tipo La Colmena, La Familia de Pascual Duarte y ese tipo de cosas y, claro, acabas por creer que la literatura española es, sobre todo, terruñera, realista, deprimente y postguerrera (¿existe esta palabra? ¿No? Pues debería. ¡Señoras y señores de la RAE, pásense por aquí!).

Porque, sí, sé de lo que hablo, que yo estudié filología inglesa por su literatura, porque no me gustaba nada de nada pero nada de nada de nada de nada de nada (y podría seguir así siglos, pero se me cansa la mano) la literatura española gracias a los libros que me obligaban a leer en clase.

Así que creo comprender a esa persona que ha hecho el comentario porque, bueno, a fin de cuentas ha admitido que se trata de un prejuicio.

Pero qué pena, los prejuicios hacen tanto daño. Esta persona, por poner un ejemplo, jamás se atreverá a leer Mitología de Nueva York de Vanessa Montfort, por ejemplo. O tampoco leerá El Mapa del tiempo o El Mapa del cielo de Félix J. Palma. O tampoco querrá leer, no sé, El Ciclo de la luna roja de Cotrina... como si, no sé, los que escribimos en español y encima somos españoles no pudiéramos conocer otras culturas y escribir acerca de ellas.

Incluso de las que no existen y nada tienen que ver con nosotros.

¿Sabéis? Hoy llevo cinco cafés en el cuerpo y creo que he escrito esta entrada en cinco minutos. ¿Se me nota? Ahora os dejo, que voy a tirarme por el balcón. Seguro que vuelo.

16 comentarios:

Eleazar dijo...

"Es que estoy un poco hartito de que muchos lectores se piensen que los escritores españoles solo escribimos de realidad en España o, peor aún, solo escribimos de la Guerra Civil."

Chapeau. Dios santo, menos mal que alguien lo ha dicho :D Podría decir cosas como "estoy de acuerdo" y "yo no podría haberlo dicho mejor" pero es que coño, es una pesadilla. Lo he dicho antes por twitter, pero te lo repito por aquí: buen blog, te sigo.

¡Un saludo!

Ruth dijo...

Ji, ji, ji... Sí, se te notan los cafés. Tú la has escrito en cinco minutos y yo la he leído en tres, de la velocidad que llevaba tu redacción, ¡ja, ja, ja!

Yo tengo otro prejuicio, pero es distinto: no me gusta escribir sobre cosas cercanas, o, mejor dicho, locales. Si la literatura española del instituto era un coñazo por ser tan local (aunque en lo de coñazo discrepo, mi libro favorito es y será siempre "La Regenta", y aún se me ponen los pelos como escarpias con "Cinco horas con Mario"), imagínate la vasca. Imagina qué tipo de temas tienes que tratar solo por haber nacido vasca, no te digo ya si hablas euskera pero prefieres escribir en castellano, y cómo te pondrían determinados sectores por no tratar esos temas/escribir en euskera y otros por todo lo contrario. Así que yo escribo sobre los EEUU, porque me gusta, porque me da la gana y porque... Espera, que creo que no necesito más motivos.

¡Por cierto, condenao, date un poco de bombo sobre esa pedazo entrevista que he leído en el blog de Antonia! Qué gracia me ha hecho, ji, ji...

(Yo no llevo cinco cafés, pero parece que me he metido un tripi. Historia de las Islas Británicas y exámenes en dos semanas, es lo que tiene.)

Adarae dijo...

Es que el tema de que PANEQUE esté nominada a los Oscars hace que todo este tipo de prejuicios respecto al cine/libros españoles este así, como a flor de piel. Ains.

Antonia Romero dijo...

No te me cabrees que esa persona a la que te refieres estudió como tú Filoinglispitinglis y, ya se sabe, cuando uno prueba esa literatura (¡siglo XIX!), pues se le acostumbra el oído. Además (ahora que no me escucha ningún profe de lite caste) ¡mira que se esfuerzan en los insitutos por matar el amor a la literatura española!

¡Un beso!

Fernando Alcalá dijo...

Madre mía, ya hay que tener valor para seguir por aquí después de mis largas ausencias... ¡Y la ilusión que me hace!

Sparda, muchísimas gracias por pasarte por aquí y por mencionarme en twitter y por comentar. ¡Un placer!

Ruth, si es que de eso se trata, de escribir de lo que nos apetezca! Aunque tengo que decir que a mí no me mandaron leer esas obras. La única que me gustó fue la de "Mujer de rojo sobre fondo gris", pero es que le terminé cogiendo TAL manía al realismo de la posguerra que todavía no lo he superado...

Antonia, no te preocupes que yo no me enfado y menos por eso, porque yo también lo he vivido. Y porque tienes razón, qué manía tienen algunos profes de literatura, narices...

littleEmily dijo...

Aquí tienes a la autora del mismísimo comentario que tanto estupor te ha provocado, me ha parecido que tengo que venir a "defender" mi comentario.

A ver, lo primero de todo y veo que lo comprendes, tengo que decir que yo misma soy una prejuiciosa en estos temas y no tengo ningún reparo en admitirlo. Lo segundo que no vienen por la literatura española que leí en el instituto: al contrario, me encanta y disfruto mucho leyendo a Lope de Vega, Calderón, García Lorca, el Lazarillo de Tormes, etc. (lo que me desmotiva es lo que viene a partir de la Generación del 98 y solo algunos de ellos). Y como soy historiadora y especialista en Contemporánea (y Antigua, pero ese es otro tema) también me gusta hablar, escuchar y leer sobre la Guerra Civil que, al fin y al cabo, es historia reciente y aún no está enterrada del todo, veo que este tema levanta ampollas donde quiera que vaya.

Pero a pesar de que la literatura española no me acabe de convencer, tengo algunos libros que sí que me gustaría leer en lista de espera que son españoles o de literatura latinoamericana. Para que veas que las primeras impresiones no suelen ser las correctas... (Esto ha quedado un poco Orgullo y prejuicio).

Ale, ya me he quedado a gusto.

Fernando Alcalá dijo...

Hola, littleEmily, lo primero, ¡muchísimas gracias por pasarte por aquí! y, lo segundo, no te tomes en serio ni una sola de las palabras de mi entrada, porque no me las tomo en serio ni yo. Solo quería polemizar un rato. Sobre todo, porque como imaginarás, me siento identificado con los prejuicios acerca de esos temas porque, hasta que no me metí un poco en esto, yo también los tenía (y, de hecho, también en según qué círculos y autores, todavía los tengo) así que don't worry, que yo es que soy un poco picajoso.

¡Abrazo!

Antonia Romero dijo...

Anda que yo... voy y la cambio de carrera y me quedo tan ancha.

En fin.

Besos!

mientrasleo dijo...

Vengo por recomendación y menuda sorpresa. Reflexiones lúcidas a la velocidad del rayo.
Y gracias, sobre todo, por no escribir sobre la Guerra Civil, y ya si me dices que no coges un cliché y te haces un libro..
Mejor lo averiguo, sigo leyendo.
Besos

Cristina dijo...

Interesante reflexión. Lo primero que me ha venido a la cabeza es que cuando reseñé "Ne obliviscaris" y dije algo sobre los escritores españoles noveles, alguien me comentó que quizá el problema es que a veces los autores no quieren parecer españoles y escogen ambientaciones lejanas. No era un lector con prejuicios, lo conozco desde hace años y sé que lee a muchos autores de aquí, pero su comentario me hizo pensar (aunque, más que a ti, yo lo aplicaría a los que se ponen seudónimos que suenan ingleses o franceses. Debe de ser un palo llamarse Juan García, pero tampoco hace falta intentar pasar por extranjero).

Por lo demás, me imagino que quien dijo que prefería leer sobre tierras lejanas tiene una visión muy reducida de la literatura española. La asignatura de lengua del instituto puede haber jugado malas pasadas, aunque yo considero que tuve mucha suerte: en bachillerato nos hicieron leer "La verdad sobre el caso Savolta", "Últimas tardes con Teresa" y "Cien años de soledad" (me encantaron los tres), y en la ESO hasta nos mandaron alguna cosilla fantástica, como "El príncipe de la niebla" y "Los escarabajos vuelan al atardecer" (maravillosos los dos).

Mmm, ya hace tiempo que pienso que tiene que producirse un cambio generacional en la literatura, dejar atrás a los "guerracivilistas" (y que conste que no lo digo en modo despectivo, que me encanta leer libros sobre esa época) y ensalzar a escritores que traten temas más actuales o sencillamente diferentes, como la fantasía. Supongo que es cuestión de tiempo: los que ahora están entre los más vendidos nacieron durante el franquismo y es normal que estén más marcados por esos temas (porque, aunque a muchos les apetezca escribir sobre mundos imaginarios o lejanos, también los hay que prefieren lo cercano, que también es muy respetable). Lo dicho, tiempo al tiempo.

Besos, ¡y perdón por el rollo que te acabo de soltar!

Antonio Urdiales dijo...

Pues, si me permites que te acompañe en tu aventura, ya somos dos los que no he mos nacido para ser cultos. Me encanta tu blog y ha sido agradable perderme entre tus letras.

Un abrazo.

Antonio

Begoña Argallo dijo...

Podría citar varios autores extranjeros cuyos libros nunca me defraudan. Y lo hacen porque su escritura refleja el mundo en la actualidad. Problemas y preocupaciones que suceden a tiempo real, no enfrascados en temas y preocupaciones de un siglo atrás.

La literatura española avanza con títulos y autores en los que se encuentra de todo, mucho almidonado y mucho fresco como una rosa recién abierta al mundo.
Creo que necesita mucho de lo segundo, porque si algo le hace falta es renovación. Editores dispuestos a adaptarse a los gustos de un mercado de hoy.
Eso es lo que opino

Ana dijo...

Yo tampoco nací culta, y leí varios autores españoles que me gustaron muchísimo, contemporáneos y de algunos años, como Torrente Ballester, que me gusta mucho, más allá de los Gozos y las Sombras.

Gracias por los libros nombrados acá, van a mi lisa de libros-por -leer.
Saludos desde Argentina

Noe dijo...

hola FErnando!! quería decirte que el otro día estuve en una ponencia tuya y hoy he llevado a cabo algunas de las actividades con respecto a la lectura que estuvimos comentando y sabes? han funcionado?? es increíble cómo se puede despertar el interés con algo tan simple como un vídeo de youtube!! bueno te sigo en el blog, ok??

Fernando Alcalá dijo...

Mientrasleo: Desde luego, esa persona que te recomendó mi blog tiene un gusto exquisito!! Dale las gracias de mi parte. Y muchas gracias a ti por seguir su recomendación y pasarte por aquí. ¿Un café? ¿Te quieres sentar en el sofá?

Rusta: No sabes la ilusión que me hace que te pasees ahora por mi blog. Espero que sea para quedarte y para echar más rollos interesantes como el que has soltado ;) Que, si no, lanzo un rumor y ya sabes lo que pasa cuando los rumores campan a sus anchas por ahí...

Begoña: Totalmente de acuerdo contigo!

Ana: estoy seguro de que los libros que he recomendado no solo no te decepcionarán, sino que te encantarán.

Noelia: Muchísimas gracias por pasarte por aquí. Me alegro mucho de que las recomendaciones funcionaran! para mí fue un placer dar la ponencia, se me hizo cortísimo el tiempo!

Sidel dijo...

Yo creo que no se debe juzgar al autor por ser de un sitio o de otro, lo importante es leer una historia y que te guste...a mi personalmente me da igual que sea cercano, lejano, en otra época...en fin para mi cuanto más variadas sean mis lecturas, más divertido. Saludos.